Hace mucho tiempo que no publico y no porque no escriba ni haga fotos . Uno de los viajes que he hecho este año ha sido a Sao Tomé y Principe y como he hecho un diario lo voy a publicar aquí por si le sirve a alguien.
Jueves 2 de junio de 2022
Al viajar en los últimos tiempos
ya no me pongo nervioso. Se ve que viajar ya se ha convertido en parte de mis
rutinas. Mis primeros viajes intercontinentales me alteraban un montón, ya para
nada.
Esta vez tocó madrugar después de
un día intenso con los consiguientes preparativos que supone dejar nuestra casa
dos semanas. Nos levantamos a las cuatro y fuimos en mi nuevo coche Hiunday
Kona Maxx hasta el parking Sur Mediterráneo (65 Euros) que es el que solemos
coger y nos va bien.
El aeropuerto estaba saturado y
eso que no eran ni las seis de la mañana. A la gente le ha dado por viajar
después de la Pandemia. El vuelo salió puntual, no iba ni a la mitad. ¿Un señor
que subieron con el sistema de grúa para personas con problemas de movilidad a
la mitad del vuelo se levantó solo y recorrió el pasillo para ir al servicio
sin problema, milagro ,o cara dura?
Nos sirvieron una bebida a pesar
de ser un trayecto corto.
Tardamos hora y media en llegar a
Lisboa. Miguel buscó desesperadamente la sala de fumadores, a continuación
desayunamos e hicimos tiempo en una zona que estaba despejada y tranquila . El
aeropuerto de Lisboa es grande y tiene conexión wifi-gratuita. Esta vez me
llevé un libro de viajes : Viaje a Nueva Caledonia de Jules Garnier.
Cuando ya estábamos en la cola de
embarque para el vuelo a Sao Tomé avisaron que el vuelo tenía retraso de dos
horas. Al final fue tan solo de una hora y el vuelo tardó seis horas y diez
minutos. La tripulación muy amable y atenta. Sirvieron bebidas, un almuerzo y
una merienda.
Antes de aterrizar África nos
recibió con un espectacular atardecer desde las ventanillas del avión.
No vimos nada por la altura y la
cantidad de nubes que había. Tienen pantallas de ocio y entre documentales, música
…se pasa el tiempo de manera llevadera.
Al llegar tienes que entregar un
impreso que te dan en el avión donde se ponen datos personales e información
COVID. Al llegar te toman la temperatura y te piden el certificado covid de
vacunación. Luego control de pasaporte donde te preguntan donde vas a estar
alojado. Tuvimos la suerte de salir de los primeros, pero se formó una cola
superlenta. Por lo demás el aeropuerto internacional de Sao Tomé es tan pequeño
que todo se hace en poco tiempo. Recogimos el equipaje enseguida. Al salir un
chico nos estaba esperando con el cartel de Agua Leve y nos llevó gratuitamente
al Residencial. La carretera desde el aeropuerto estaba en muy mal estado y el
alumbrado nocturno era inexistente.
Al llegar pagamos los 126 euros
por tres noches y nos devolvió el cambio en dobras. 24 dobras equivalen a un
euro aunque en el cambio en la calle te daban 25 dobras por un euro.
Aunque siempre echamos unos
bocadillos por lo que pueda ocurrir ,fuimos a buscar un sistio donde comprar o
cenar ,pero no lo encontramos y visto lo oscuro que estaba todo ,el tráfico
intenso y los baches de la carretera sentimos cierta indefensión y decidimos ir
al hotel donde pedimos unas cervezas nacionales que no llevan etiqueta y son de
medio litro y nos comimos nuestros bocatas generosos que estaban muy buenos.
Estábamos molidos despiertos
desde las cuatro y nos dio el bajón. La habitación era espartana como una
pensión en España. Lo más importante, la cama, la almohada y el aire
acondicionado eran aceptables y estaba todo muy limpio. El fallo que nos ponía
de los nervios es que la luz del baño tiene un temporalizador que se activaba
con el movimiento que tardaba siete segundos en apagarse así que o te duchabas
bailando o estabas a oscuras.
Viernes 3 de junio de 2022-Segundo día
Amaneció
alrededor de las cinco de la mañana y a las cinco y media ya estaba listo para
mi primera toma de contacto con el entorno próximo al hotel. La temperatura a
pesar de estar en el Ecuador y la elevada humedad era agradable. En otros
países Laos,Camboya, Vietnam… era insoportable las 24 horas del día.
A mi
personalmente el Trópico me fascina por la exuberancia y biodiversidad que se
ve por todas partes y nada más salir del hotel comencé a disfrutar viendo las
palmeras,heliconias,caesalpinias…
Me
encantó ver azulitos angoleños(Uraeginthus angolensis) en pequeños grupos
comiendo gramíneas en los bordes de la carretera. Vi también un tejedor
africano amarillo que transportaba material para fabricar su nido.
En
primer lugar, saliendo del residencial Agua Leve a la izquierda llegué hasta el
supermercado nuevo desde donde se veía toda la bahía y línea de costa con los
edificios de la ciudad. Luego fui hacia la derecha hasta llegar hasta la playa
Elvira donde estuve paseando por la playa que son las más contaminadas. Encontré erizos de púa gruesa y algunas
conchas entre ellas algunas de achatinas muy deterioradas. Hacia las siete
regresé al hotel para desayunar. El desayuno correcto. Lo único que merecía la
pena era la tortilla que era especiada y con hierbas. El zomo era sintético y
el café soluble.
El
plan del día era ir andando por el malecón hasta el centro de la ciudad y así
poder hacer muchas fotos y recorrer sus lugares más representativos.
Ya desde el principio se veía que tuvo un pasado colonial floreciente y que ahora
está todo ruinoso y descuidado. Había socavones por el paseo marítimo en los
que cabría un coche. Llegamos a una zona donde había puestos de frutas y
pescados.
Lo
primero que hicimos es comprar una tarjeta SIM de 3 gigas por 12,5 euros.
Pasamos por el almacén el continental como un enorme chino donde venden de
todo. Visitamos la iglesia Nuestra Señora de la Concepción.
Recorrimos
sus calles muy concurridas sobre todo las que estaban cerca del mercado que nos
decepcionó un poco habíamos visto fotos muy coloridas de este mercado, pero
sería en otras épocas con mas mercancías. El que vimos era deprimente, sucio y
desabastecido. Subimos a la primera planta y había señoras haciendo pipi en las
escaleras y excrementos y mucho abandono. En la azotea o tercera planta que en
su momento eran muchos pequeños puestos ahora vivía gente y presentaba un
lamentable estado de deterioro.
Queríamos
tomarnos una cerveza, pero había pocas terrazas y estaba todo ocupado. Un señor
muy amable nos indicó un lugar que no tenía ningún rótulo, pero vendían comida
y tenían cervezas fresquitas. Al salir se lo agradecí y nos dijo que era
diputado de Cabo Verde y que pasaba siempre allí sus vacaciones, que era un
lugar acogedor y tranquilo. Nos dio su tarjeta por si necesitábamos algo.
El
cambio es algo muy fácil y seguro ,te ofrecen por todas partes a 25 dobras por
un euro.
Visitamos
el fuerte de sao Sebastiao que estaba en reformas. Vimos el palacio
presidencial y fuimos a comer a Papa Figo que era el sitio más recomendado y
damos fé que así es.
Nos
pusieron una bandeja de pescados y mariscos variados de la isla, deliciosos,
acompañados de verduras y plátano frito. Por unos 30 euros.
Paseamos
por el paseo marítimo viendo los edificios coloniales muchos en ruina y después
regresamos al hotel en un taxi que nos costó 2 euros.
Nos
duchamos y descansamos un rato y decidimos ir a playa Elvira a darnos un baño
. Como oscurece a las seis fuimos al
hotel donde cenamos fruta y galletas estábamos repletos de la comida en Papa Figo.
Sábado 4 de junio de 2022
Hoy ha sido un día intenso, nos
trajeron el Suzuki puntual a las ocho y tras el desayuno partimos hacia la
parte norte de la isla. Pusimos gasolina a unos 500 metros ya que no hay muchas
gasolineras por la isla y aunque venden botellas por todas partes, no ofrecen
tanta garantía. Nos dimos cuenta de que el cristal delantero tenía un piquete
que estaba seguro que tenía cuando nos lo dieron pero no nos dimos cuenta y nos
quedó la duda hasta el final si se lo habíamos hecho nosotros. (Al final lo
tenía al entregárnoslo).
La carretera era infernal con
piedras, baches, perros, cerdos, niños jugando, ropa tendida, gente
caminando…Intuíamos que nos quedaban por descubrir tramos mucho peores y así
fue.
Los niños se acercaban al coche
para saludar y pedir dulces. Hay que decir que hay muy poco tráfico.
La vida la hacen en la carretera
ya que es la única zona que esta libre de vegetación. Se ven muchos quioscos de
madera donde venden todo tipo de artículos sobre todo frutas y verduras.
Compramos casa manga (Spondias dulcis) una fruta que tiene un sabor agridulce
muy rica.
Paramos en Guadalupe y vimos su
pequeño y poco surtido mercado. Tenían achatinas ya sacadas de sus conchas para
consumir a pesar de la cantidad de enfermedades que producen.
Continuamos por esa carretera en
mal estado enmarcada por una vegetación lujuriosa.
Quedé impactado cuando comenzamos
a ver los primeros baobabs. Era algo que impresionaba. Hasta ahora había visto
algún ejemplar aislado en algún jardín botánico, pero verlos tan inmensos en
grupo y poder tocarlos y medirte con ellos fue algo que me encantó.
Bajamos hasta Praia das Conchas
donde los baobabs crecían a pie de playa. Las mujeres lavaban en el arroyo que
desembocaba en la playa con los bebes cargados en la espalda.
Los niños desnudos se bañaban y
pescaban no sequé en aguan estancadas de dudoso estado de salubridad.
Continuamos y paramos en Lagoa
Azul donde hicimos fotos, Pasamos por Nemen donde costaba trabajo circular por
la cantidad de gente que había en la carretera.
Llegamos al túnel famoso que hay
para ir a Santa Catalina la última población al norte. Siempre que paras con el
coche en este país no sabes de donde pero siempre sale alguien a hablar contigo
o a proponerte algo. En este lugar unos niños nos ofrecieron cocos. Por
hacerles negocio les dijimos que si y cual fue nuestra sorpresa que tenían que
subirse a un enorme cocotero a cogerlos sin ningún tipo de ayuda solo con sus
pies y manos, nos los partieron con un enorme machete. Les enseñé una canción
de agua de coco…y les encantó. Nos dijeron que fuéramos a su pueblo Santa
Catalina que era muy bonita y eso hicimos.
Por el camino vimos pequeñas
cascadas junto a la carretera donde crecían todo tipo de plantas sobre todo
helechos y begonias.
Al llegar a santa Catalina nos
dio un bajón. Se respiraba un ambiente enrarecido y se veía miseria y pobreza
extrema por todas partes. Pensábamos que en India y República Dominicana
habíamos visto el máximo de miseria, pero esta zona lo superaba. Aparcamos en
un hueco que encontramos y enseguida nos rodearon preguntándonos y pidiéndonos
en un argot que no entendíamos. No entendían que hacíamos allí y preguntaban
que, que buscábamos. Les dijimos que solo queríamos ver la zona y una mujer
joven me llegó a ofrecer leche de sus pechos.
Las casas estaban hechas con
tablones viejos y en una zona cercana al arroyo había una gran multitud
celebrando una reunión o asamblea, pero termino en una pelea con gritos y un
mal rollo por lo que decidimos irnos lo antes posible. En la playa algunos
hombres arreglaban sus redes de pesca y había restos de conchas enormes
achatinas por toda la playa seguramente después de haber sido utilizadas como
alimento.
Entre
tanta pobreza las únicas edificaciones que destacaban eran pequeñas iglesias de
distintas religiones. Regresamos hasta Nemes para comer en la famosa
petisquería Santola . Nemes es la segunda ciudad en importancia de la isla y
está muy poblada y cuenta con una fábrica de cerveza.
Las construcciones, aunque
humildes eran mejores que las de Santa Catalina. Cerdos sucios, gallinas
desplumadas y perros enfermos deambulaban por sus calles. Tenían secaderos de
pescados por todas partes.
El restaurante resultó ser un
sitio cutre. El menú era centolla y tostadas de pan que no pegaban mucho, en
las mesas tenían unas tablas con martillos de madera para partir el marisco. El
método no es muy eficaz ya que saltan trozos de centollo de una mesa a otra. A
pesar de lo rústico del lugar, he de reconocer que era la mejor centolla que he
comido con muchos matices de sabores y por solo 10 euros.
Regresamos al hotel donde
descansamos un poco y antes de que oscureciera bajamos dando un paseo hasta el
malecón donde encontramos una terraza donde tomamos unas cervezas con unas
tapas muy ricas y especiadas que resultaron ser mollejas de gallina.
Prepararnos para el día siguiente
que tocaba cambio de localidad.
CONTINUARÁ