Jacobinia carnea , esta acanthacea es originaria de Brasil.Forma un arbusto que puede alcanzar poco más de un metro de altura ,aunque aguanta el sol directo mantiene las flores y hojas mejor a media sombra.Necesita un periodo de reposo en invierno a no menos de unos 10 º C.En primavera al formar los nuevos brotes de donde saldrán las flores es conveniente abonarla.Se reproduce por esqueje terminales en primavera sembrándolos en sustrato húmedo y cálido.
Hoya carnosa ,flor de cera .Esta trepadora de hojas carnosas es una asclepiadacea y puede llegar a alcanzar los seis metros aunque su crecimiento es lento.El género consta de una 100 especies originarias de Asia y Australia.Las flores se agrupan en forma de pseudo-paraguas. Cada flor es de color blanco, a veces con un centro rosa, y miden 1.5 a 2 cm de diámetro.
Dimophorteca fruticosum
Sinningia speciosa , gloxinia ,es natural de las zonas tropicales de Brasil. Es una planta herbácea, vivaz, perenne y de raíces tuberosas.Requiere lugares luminosos pero no sol directo.No soporta el frío ni el calor excesivo y una vez terminado su ciclo vegetativo se deja en reposo la planta dentro de la misma maceta hasta la llegada de la siguiente época cálida en que rebrota de nuevo.
Commelina coelestis ,hierba pollo .Este género comprende aproximadamente unas 200 especies de plantas herbáceas y perennes pertenecientes a la familia de las commelináceas .Originarias del continente americano donde forman parte del sotobosque de manera invasiva se han asilvestrado en muchas más regiones del mundo.Se usa para detener las hemorragias haciendo un emplaste con sus hojas machacadas.A veces me entran ganas de arrancarla del todo de mi jardín porque lo invade todo pero cuando veo esas pequeñas pero abundantes florecillas siempre dejo algún trozo que siga creciendo.
A esta pareja de saltamontes los pillé en plena faena colgados de la rama del sauce llorón y también tienen su foto correspondiente.Siempre hay insectos en esta época ,algunos bienvenidos otros no tanto, porque se lo comen todo.No suelo matarlos a excepción del picudo rojo y la mariposa del geranio a los que tengo la guerra declarada.