Cuarto día de viaje -domingo 7 de mayo de 2023
Me desperté muy temprano sobre
las cinco de la mañana y cuando me cansé de dar vueltas en la cama salí a dar
una vuelta por los alrededores hasta la hora del desayuno.
Su situación encima de una loma
hace que sea un lugar muy tranquilo alejado del bullicio y desde la esplanada que hay delante de la
mezquita se disfrutan unas vistas inmejorables de la ciudad. Tiene un tamaño
enorme y bonitas vidrieras.
Visitamos su interior tras
descalzarnos. Había una zona de rezo para hombre y otros para mujeres. Junto a
la mezquita hay un cementerio musulmán donde florecían lirios germánicos
dándole una atmósfera muy sugerente.
Llama la atención que en los
cementerios musulmanes no pongan flores cortadas ni de plástico y siembren
rosales y otros arbustos de flor.
A continuación cogimos un bus
para visitar el barrio alternativo de
Balat donde predominan tiendas estilosas y locales alternativos todo pintado
con vivos colores que resaltan por sus contrastes. Hay grafitis y los escalones
se pintan de todos los colores del arcoíris . Destacaba entre todos sus
antiguos edificios una iglesia bizantina
que estaba cerrada. Tomamos un café en un pintoresco bar y pateamos
todas sus calles..
Cogimos un tranvía que nos llevó
a Eminönü donde comimos en uno de sus restaurantes lasagna y pizza turca muy
rica y crujiente. Recordé que era el día de las madres y fue una metedura de
pata porque Miguel se puso nostálgico y comenzó a llorar acordándose de su
madre fallecida. Así que tocó hacer un poco de terapia y hablamos de los
traumas y miedos que arrastramos y guardamos sin verbalizar porque son
dolorosos, pero que están ahí.
Ratito de siesta. Por la tarde ya
a ritmo lento sin prisa ninguna volvimos a visitar los lugares más emblemáticos
del cuerno de oro. Nos quedamos en los jardines que hay entre Santa Sofía y la
mezquita azul hasta que se hizo de noche para ver la iluminación nocturna.
Había mucho ambiente de gente paseando y haciendo distintas actividades. Era
nuestra última noche en de nuestra pequeña escala en Estambul . Compramos algo
ligero para cenar en el hotel.
Otro bonito reportaje. Me encantaría visitarlo. Besos.
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