miércoles, 24 de enero de 2024

Estambul mayo de 2023 -tercera parte

 Cuarto día de viaje -domingo 7 de mayo de 2023

Me desperté muy temprano sobre las cinco de la mañana y cuando me cansé de dar vueltas en la cama salí a dar una vuelta por los alrededores hasta la hora del desayuno.

Después del desayuno decidimos subir andando hasta la mezquita de Suleimán. En un documental de andaluces por el mundo un joven andaluz que vivía en Estambul afirmaba que de todas las mezquitas de la ciudad esta era sin duda la que más le gustaba y no se equivocaba .





Su situación encima de una loma hace que sea un lugar muy tranquilo alejado del bullicio  y desde la esplanada que hay delante de la mezquita se disfrutan unas vistas inmejorables de la ciudad. Tiene un tamaño enorme y bonitas vidrieras.







Visitamos su interior tras descalzarnos. Había una zona de rezo para hombre y otros para mujeres. Junto a la mezquita hay un cementerio musulmán donde florecían lirios germánicos dándole una atmósfera muy sugerente.



Llama la atención que en los cementerios musulmanes no pongan flores cortadas ni de plástico y siembren rosales y otros arbustos de flor.



A continuación cogimos un bus para visitar  el barrio alternativo de Balat donde predominan tiendas estilosas y locales alternativos todo pintado con vivos colores que resaltan por sus contrastes. Hay grafitis y los escalones se pintan de todos los colores del arcoíris . Destacaba entre todos sus antiguos edificios una iglesia bizantina  que estaba cerrada. Tomamos un café en un pintoresco bar y pateamos todas sus calles..
















Cogimos un tranvía que nos llevó a Eminönü donde comimos en uno de sus restaurantes lasagna y pizza turca muy rica y crujiente. Recordé que era el día de las madres y fue una metedura de pata porque Miguel se puso nostálgico y comenzó a llorar acordándose de su madre fallecida. Así que tocó hacer un poco de terapia y hablamos de los traumas y miedos que arrastramos y guardamos sin verbalizar porque son dolorosos, pero que están ahí.








Ratito de siesta. Por la tarde ya a ritmo lento sin prisa ninguna volvimos a visitar los lugares más emblemáticos del cuerno de oro. Nos quedamos en los jardines que hay entre Santa Sofía y la mezquita azul hasta que se hizo de noche para ver la iluminación nocturna. Había mucho ambiente de gente paseando y haciendo distintas actividades. Era nuestra última noche en de nuestra pequeña escala en Estambul . Compramos algo ligero para cenar en el hotel.













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